SIGNO DEL PIRAMIDAL
El músculo piramidal se encuentra situado
en la pelvis, en la parte profunda de la región glútea. Su origen es en la
parte anterior del sacro y se inserta en la cara superior del trocánter mayor
del fémur, su función es rotador externo de la cadera,y en menos medida abducto
y extensor. Es uno de los principales estabilizadores de la cadera.
La importancia del piramidal es debido a
que el nervio ciático pasa muy próximo al músculo piramidal e inerva al propio
músculo, la compresión del nervio ciático por el músculo piramidal produce una
serie de signos que se conocen como síndrome del músculo piramidal.
Es una patología bastante frecuente en el
campo de la actividad física y del deporte aunque también es frecuente en los
profesionales del volante debido a la posición sedente que mantienen
provocando la compresión y el
estiramiento del nervio ciático.
El dolor se suele reflejar y extenderse
hacia la región lumbar, la nalga y la zona posterior del muslo hasta la
rodilla.
En ocasiones cuando el músculo piramidal
se contractura y comprime el nervio ciático se produce lo que se conoce como
falsa ciática, tiene la misma sintomatología que el dolor ciático pero en
realidad es producido por la compresión del músculo piramidal.
Una característica a tener en cuenta para
diferenciar una ciática de una falsa ciática es que en la falsa ciática el
dolor se produce desde la zona lumbar hasta la rodilla mientras que en el caso
de la ciática el dolor irradia hasta la planta del pie.
El signo del piramidal es un indicativo
de que hay una contractura en el músculo piramidal, al ser un músculo rotador
externo de la cadera cuando padecemos de este signo podemos observar como el
pie gira hacia fuera al estar tumbados boca arriba tal y como muestra en la imágen.
Tratamiento:
La primera etapa del tratamiento
es analizar el motivo por el cual se contractura el músculo piramidal, ya sea
por un mal gesto deportivo, mala postura en el trabajo o una alteración biomecánica
de las piernas o de la pelvis.
El tratamiento general incluirá:
- Masaje: Tratamiento del
tejido blando.
- Manipulaciones osteopáticas:
Valorar vértebras lumbares, sacro-ilíaca, coxis, cadera, rodilla y
tobillo.
- Estiramientos: Piramidal, psoas, glúteos, tensor de la fascia lata,
isquiotibiales, cuádriceps.
- Aplicación de frío-calor.
- Autoestiramientos que realice el paciente.
Es importante también, que una
persona afectada por el piramidal, no debe usar los bolsillos traseros del
pantalón, para así evitar comprimir el músculo cuando esté sentado.
Ejercicios de autoestiramiento:
Casi siempre es necesario estirar
el músculo piriforme para aliviar el dolor que pasa por el nervio ciático y
esto se puede lograr en varias posiciones diferentes. Pueden emplearse varios
ejercicios de estiramiento del músculo piriforme, de los músculos isquiotibiales
y de los músculos extensores de la cadera, para reducir los síntomas de dolor
que pasan por el nervio ciático y recuperar la amplitud de movimiento del
paciente.
Entre los ejercicios de
estiramiento comúnmente recetados para tratar los síntomas de la ciática debido
a problemas del músculo piriforme están los siguientes:
Ejercicio 1:
Recuéstese boca
arriba con las piernas rectas. Lleve la pierna afectada hacia el pecho,
agarrando la rodilla con la mano del mismo lado del cuerpo y cogiendo el tobillo
con la otra mano. Tratando de comenzar el movimiento con el tobillo, lleve la
rodilla hacia el tobillo opuesto hasta sentir el estiramiento. Mantenga el
estiramiento por 30 segundos y luego vuelva lentamente a la posición inicial.
Intente completar una serie de tres estiramientos.
Ejercicio 2:
Recuéstese boca arriba con las
piernas rectas. Levante la pierna afectada y ponga ese pie en el suelo al otro
lado de la rodilla opuesta. Lleve la rodilla de la pierna doblada directamente
por encima de la línea media del cuerpo, utilizando la mano opuesta o, de ser
necesaria, una toalla, hasta sentir el estiramiento. No forcejee la rodilla más
allá del estiramiento ni tampoco hacia el suelo. Mantenga el estiramiento por
30 segundos y luego vuelva lentamente a la posición inicial. Intente completar
una serie de tres estiramientos.
Ejercicio 3:
Recuéstese boca arriba en el
suelo, cruzando la pierna afectada sobre la otra pierna al nivel de las
rodillas y con ambas piernas dobladas. Lleve la rodilla inferior suavemente
hacia el hombro del mismo lado del cuerpo hasta sentir el estiramiento.
Mantenga el estiramiento por 30 segundos y luego vuelva lentamente a la
posición inicial. Intente completar una serie de tres estiramientos.
Ejercicio 4:
Arrodíllese con las manos en el
suelo. Ponga el pie afectado al otro lado de y debajo del cuerpo, para que la
rodilla afectada quede fuera del tronco. Extienda la pierna no afectada
directamente hacia atrás y mantenga la pelvis recta. Manteniendo la pierna
afectada donde está, mueva las caderas hacia atrás, hacia el suelo, e inclínese
hacia adelante sobre los antebrazos hasta sentir un estiramiento profundo. No
forcejee el cuerpo hacia el suelo. Mantenga el estiramiento por 30 segundos y
luego vuelva lentamente a la posición inicial. Intente completar una serie de
tres estiramientos.
Consejos para deportistas
- Elegiremos la zapatilla
adecuada al terreno. Si vemos que el calzado es muy plano, conviene poner
un alza en el talón y un poco de algodón debajo de la cara interna de la
plantilla para que apoye bien el arco del pie.
- Modificación de la zancada.
- Entrenamiento: Evitaremos
los terrenos duros. Disminuiremos la intensidad.
- Suprimiremos las causas que
hagan que reaparezca el dolor, como entrenamientos intensivos sobre
terreno duro, series, cambios de ritmo, correr cada día.
- Intentar parar unos días
(dependiendo de la gravedad del dolor), evitaremos largos trayectos en
coche, la posición sentado largo rato, estar mucho tiempo de pie.
- Vaciar el organismo de
toxinas acumuladas bebiendo agua en abundancia (Al menos dos litros de
agua por día), disminuiremos la ración de carne, evitaremos los alimentos
de difícil digestión, los platos con salsas, etc.
- Estirar la musculatura.
Principalmente piramidal, glúteos, abdominales, cuádriceps, isquiotibiales
y gemelos.
- Fortalecer la zona lumbar y abdominal.
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